La Pequeña empresa existía, existe y seguirá existiendo:La pequeña empresa, es aparentemente débil.
Pero tiene dos grandes potencialidades: la flexibilidad y la adaptabilidad; que transforman precisamente esa debilidad en fortaleza. Exactamente igual que el árbol delgaducho y aparentemente enclenque, que ante la fuerza del viento se dobla y se adapta, y no se quiebra.
Durante mucho tiempo, se ha intentado "eliminar" a la pequeña empresa, en favor de las grandes (grandes superficies, grandes cadenas de distribución, grandes empresas cuasi monopolísticas,...), con el siguiente argumento:
- Mejora para los consumidores (más oferta y mejor precio)
- Crea muchos puestos de trabajo.
- Mejora de la calidad y del servicio.
- "orgullo nacional de lo grande".
- Moderniza y actualiza el mercado.
- Los pequeños están acomodados, y quieren ganar dinero sin trabajar y sin esforzarse.
Argumentos que por supuesto nada tienen que ver con la realidad, y que no se cumplen en absoluto, pero que a fuerza de repetirlos, casi se convierten en dogma de fe. Para rebatirlos tan sólo hay que cuestionarse los siguiente:
- ¿Si los grandes mejoran la competencia y por ende, ayudan a bajar los precios, por qué siguen subiendo los precios, especialmente de los productos básicos (alimentación, electricidad, transporte, etc.), a pesar de la entrada de tantas y tantas grandes empresas?
- ¿Por qué esa entrada no se refleja en el aumento del número de trabajadores, y en un empleo más estable a largo plazo?. ¿Son más numerosos los empleos que se crean a los que se destruyen?
- ¿Donde está la mejora de la calidad y del servicio, cuando éste se ofrece en régimen de oligopolio o de monopolio?. La realidad establece que cuando esto se produce se incrementa el precio, se empeora el servicio, y por lo tanto, se deteriora la calidad. Eso sí los beneficios se incrementan notablemente.
- ¿Estamos orgullosos de esa gran empresa de la que se benefician unos pocos en detrimento de muchos, los pequeños y los consumidores?.
- La entrada de estos grandes, básicamente lo que hace es que las ciudades pierdan su personalidad, y que en todas se ofrezca más de los mismo. ¿Qué oferta diferenciada ofrecemos a los turistas que nos vienen a visitar, si todo lo que tenemos es exactamente igual que lo que tienen en sus lugares de origen?
- Los pequeños trabajan mucho y bien, y si no, ¿cómo podrían seguir existiendo en esta jungla de hostilidad hacia ellos?. Está claro que carecen de medios, pero desde luego ilusión e imaginación les sobra a raudales.
Por todo lo anterior, es fácil concluir que la pequeña empresa, y a pesar de "algunos" seguirá vivita y coleando. Y que si es capaz de unirse, dejando de lado lo que las separan, y centrándose en lo que las une,
el pequeño comercio TRIUNFARÁ.
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